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Camareras
Cuándo me pidieron que escribiera algo para la revista, instantáneamente pensé en  un artículo sobre esas personas imprescindibles que no son conocidas por más de unos cuantos en la Hermandad. Las camareras, esas personas que prescindiendo de ellas sería imposible sacar los pasos a la calle. Sin ellas,
¿Quién le pondría su traje a la Virgen del Mayor Dolor?
¿Quién le prepararía todo su patrimonio?
¿Quién la mimaría con cariño infinito?
No intenten responder, sólo ellas saben.
Tengo el placer de conocer personalmente y haber podido hablar con las cuatro camareras que hay actualmente, Ana, Mati, Tere y Lola.
Lola, por ser la última en incorporarse juega con la ventaja de la juventud y las ganas, es a la que más conozco y sinceramente creo que va a ser un gran “fichaje”.
Por supuesto tengo la seguridad de que pondrá lo mejor de sí al igual que las demás.
Tere, le sobran las ganas y sobre todo cariño hacia la Virgen, ella sabrá deja a nuestra Virgen única.
¿Y qué decir de Ana y Mati? Con los años que llevan en la Hermandad, su cariño y experiencia van en aumento año a año, gracias a ellas nuestra Virgen es lo que es.
Lo que más me gusta de las camareras de mi Virgen es el cariño incondicional y desinteresado que le procesan a nuestros Santos Titulares.
Como no me quiero enrollar más acabaré diciendo que tenemos las mejores camareras de la ciudad en mi opinión y darle las gracias, no sólo que por supuesto a las camareras, sino a mi Hermandad por brindarme la posibilidad de escribir en esta revista, montar los pasos, entrar y salir y sobre todo, Confiar en mi.
Un saludo.

Sixto Galán Jaraquemada
Colaborador de Camareras 

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